Pisitófilos Creditófagos, Mayo 2007

19 mayo 17:35, ppcc dijo:
Para que ustedes se hagan una idea del tamaño de nuestra burbuja crediticia, analizado en términos de déficit por cuenta corriente -deuda externa-, en números redondos:

1) somos el segundo país del mundo que más debe; con el 8% del total; el primero es Estados Unidos, que debe el 65%, pero, ¡ojo!, son los dueños del dólar, moneda de reserva mundial; el tercero es Reino Unido, que, no obstante, debe la mitad que nosotros, teniendo mucha más población y siendo los dueños de la libra esterlina.

2) El 75% de lo que se "debe" en todo el mundo (posiciones deudoras en balanzas por cuenta corriente), lo deben Estados Unidos, Reino Unido, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, países todos cortados por el mismo patrón en relación con lo que estamos analizando;

3) de lo restante, nosotros debemos, ¡atención!, casi el 30%, que es el triple que Francia y cinco veces lo de Italia, cuyas poblaciones (y sistemas económicos) son muy superiores.

domingo, 23 de agosto de 2009

Japón - Las Burbujas duelen

El Cuervo en Burbuja.info

Yoshihisa Nakashima frente a su edificio de apartamentos en el suburbio de Kashiwa, lejos de su trabajo de funcionario en Tokio. Su piso vale la mitad de lo que pagó hace 14 años, durante la burbuja inmobiliaria.


Hace 14 años, Yoshihisa Nakashima miraba a este tranquilo suburbio, a una hora y 40 minutos del centro de Tokio, y veía todos los atractivos del bienestar de la clase media japonesa: carreteras adornadas con cerezos, una comunidad donde los vecinos se saludaban por las mañanas y un colegio cercano para sus hijas.

Así que el Sr. Nakashima, un funcionario del ayuntamiento que entonces tenía 36 años, suscribió una hipoteca por casi el 100% de los 400000 dólares que costaba un apretado piso de cuatro dormitorios. Con los precios de la vivienda aumentando su por encima del 10% anual, recuperaría la inversión (junto con algunas ganancias) en cuando quisiese vender.

O eso pensaba. No mucho después de que comprase su vivienda, el mercado inmobiliario de japón explotó. Hoy su piso vale la mitad de lo que pagó. Dice que le gustaría mudarse a un sitio más cerca de su trabajo, pero no puede: el precio que le ofrecen por el piso no da para cubrir los 300000 dólares que aún debe al banco.

Con los precios de la vivienda en Estados Unidos tambaleantes despues de años de subidas espectaculares, puede ser de ayuda fijarse en la última gran economía en tener una explosión de la burbuja inmobiliaria: Japón. Lo que los americanos vean puede asustarles, pero tambien pueden aprender formas de hacer mas llevadero el sufrimiento.
Para ser justos, existen muchas diferencias entre la situacion de Japon en la decada de los 80 y la de Estados Unidos hoy. Una es que los precios subieron mucho mas rápido y mas acusadamente en Japon, en parte porque los especuladores usaron las ganancias de una bolsa en fuerte crecimiento, haciendo que los precios tanto de vivienda como de las acciones creciesen mas y mas.

Otra diferencia es que los grandes especuladores japoneses eran corporaciones con gran cantidad de recursos, y esto provocó que el mercado del suelo se inflase al mismo ritmo en que lo hacia el mercado de la vivienda.

En cualquier caso, para cualquiera que se pregunte por qué la posible explosión de la burbuja de USA preocupa a tantos economistas, merece la pena fijarse en cómo el crash de la vivienda en japón ayudó a destruir su economía, (que era la segunda mundial, sólo detras de la de estados unidos) e impidió que creciera durante más de una década.

Y mientras los propietarios norteamericanos se preguntan qué puede ocurrir si los precios de la vivienda caen (particularmente si caen bruscamente), tienen lecciones que aprender de las amargas experiencias de sus contrapartidas japonesas como el Sr. Nakashima.

Japón sufrió uno de los mayores colapsos del mercado inmobiliario de la historia mundial. En la cima de la burbuja de 1991, todo el terreno en Japón, un pais del tamaño de California, valia unos 18 billones de dolares, unas cuatro veces el valor de todo el terreno de USA en ese momento.

Entonces, despúes de que el banco central japonés hiciese una subida demasiado agresiva de los tipos de interés, vinieron los crashes simultáneos de la bolsa y el mercado inmobiliario. Los dos mercados se desplomaron a la par: los inversores vendian sus acciones para cubrir sus perdidas inmobiliarias y viceversa, hundiendo los precios a unos niveles de los que solo hoy, 14 años despues, estan empezando a recuperarse.

Hoy las propiedades inmobiliarias en Japon valen la mitad que en su cima de 1991, mientras que en el mismo período los precios en estados unidos se han triplicado, llegando a unos niveles de unos 16 billones de $.

Los compradores de viviendas fueron unas de las peores víctimas de la burbuja inmobiliaria de japón. En las seis mayores ciudades japonesas, los precios cayeron un 64% desde 1991 hasta hoy. Segun estimaciones, millones de compradores sufrieron grandes pérdidas en la mayor compra de sus vidas.

Los economistas tambien dicen que japon contiene lecciones para los responsables de política economica de USA, como Ben Bernanke, presidente de la reserva federal. En el primer lugar de la lista está la incapacidad de japón para frenar la burbuja de la vivienda y de la bolsa, y tambien su incapacidad para mitigar los efectos de su colapso. Sólo hasta hace poco ha conseguido japón encontrar formas de revivir el mercado inmobiliario, en este caso utilizando desregulación del suelo para promover nuevos desarrollos.

Pero sobre todo, dicen los economistas, la experiencia de japon nos enseña a ser escépticos sobre el mito fundamental que es la causa de todas las burbujas: la creencia de que los precios subirán siempre. Al igual que los americanos hoy, muchos japoneses se sobreendeudaron, comprando viviendas que costaban más de lo que racionalmente podian permitirse porque asumian que los precios solo podian subir. Cuando los precios cayeron, muchos compradores quedaron arruinados o simplemente eliminados.

"La mayor lección de Japón es no caer en el estado de negación que existía aquí", dice Yugio Noguchi, profesor de finanzas en la universidad de Waseda y probablemente la mayor autoridad en materia de la burbuja japonesa.

"Durante una burbuja, la gente no cree que los precios caerán" -dice- "Esto ha demostrado ser falso cientos de veces en el pasado. Pero hay algo en la naturaleza humana que nos hace incapaces de aprender de la historia"

En los 80, segun cuenta el profesor Noguchi, la locura en japón llego a tales extremos que las compañías se peleaban por terrenos de poco o nulo uso. En lo peor de la burbuja, un solar de 3 metros cuadrados en una esquina del distrito comercial de Ginza en Tokio se vendia por 600,000 dolares, aunque era demasiado pequeño como para construir nada. Solares un poco más grandes provocaron la creación de extrañas estructuras conocidas como "edificios lapicero": edificios finos y altos que usualmente solo tenian una pequeña habitación por planta.

Como resultado, el mercado inmobiliario en japón era mucho mas frágil de lo que hoy lo es el de USA, según el profesor Noguchi. Y cuando el mercado se desplomó, se desplomó duramente. Debido a toda la especulación hecha por compañías, el colapso destruyó empresas, mutiló a los bancos del país e infligió una herida mortal a la economía del país.

Desde entonces, la economía se ha pasado 11 años entrando y saliendo de la recesión. Sólo hoy empieza a dar signos de recuperarse, con el banco mundial pronosticando crecimentos del 2.2%.

A pesar de las diferencias, el profesor Noguchi dice que ve paralelismos entre l situación de Japon entonces y la de américa hoy. El año pasado, mientras estaba de profesor visitante en Stanford, leyó artículos sobre el mercado inmobiliario en los periódicos locales que le parecian extrañamente familiares. Los edificios se venden por cantidades de 10 millones de dolares o más, con los compradores diciendo que no tienen otra salida más que comprar ya, antes de que los precios suban aun mas.

"Fue un deja vu" dice el profesor Noguchi. "La gente se apresuraba a comprar a precios extraordinarios; vi este mismo comportamiento sicológico de prisa por comprar en el Japon de los 80". "La definición clasica de burbuja"-añade-"es gente comprando con falsas esperanzas sobre precios en el futuro, y comprando creyendo en la posibilidad de poder vender en el futuro"

Los economistas y expertos inmobiliarios ven más paralelismos. En los 80, las confianza en precios que nunca bajan hizo que muchos compradores de vivienda no tuviesen miedo de afrontar deudas enormes, y hacerlo utilizando nuevos tipos de hipotecas que requerian muy poco dinero de entrada y prometian pagos mensuales muy bajos (al menos al principio)

Un escenario similar se puede encontrar hoy en USA. Japón tuvo sus propias versiones de estas hipotecas, incluyendo la llamada "hipoteca de las tres generaciones", un préstamo a 90 o incluso a 100 años que permitía a los compradores espaciar sus pagos durante toda su vida y pasar sus deudas a sus hijos y a sus nietos.

Pero cuando los precios cayeron, los propietarios se vieron cargados con deudas varias veces mayores al valor de sus propiedades inmobiliarias. Muchos cayeron en bancarrota, especialmente aquellos que perdieron sus trabajos o sufrieron recortes salariales debido a que la caida de precios habia provocado una recesión. Desde 1994 al 2003, el numero de bancarrotas personales se multiplico por seis, para llegar a un record de 242.375, segun datos del tribunal supremo japonés, que recoge estos datos.

Incluso los que lograron evitar su colapso financiero y pudieron mantener sus casas, se encontraron atrapados en viviendas en las que nunca pensaron como casa para el resto de sus vidas. Para muchos compradores en los 80, los precios habian subido tanto que las unicas propiedades a las que podian acceder estaban muy lejos del centro de la ciudad. Muchos se endeudaron terriblemente para comprar viviendas pequeñas o de baja calidad que estaban a dos horas de sus oficinas.

Ahora, despues de que las caidas han hecho que los precios en el centro de tokio sean accesibles otra vez, nadie quiere comprar viviendas en los barrios lejos del centro. Esto ha provocado caidas aun mayores en estas áreas perifericas, dejando a mucha gente con viviendas que valen menos de lo que les queda por pagar de sus hipotecas de hace una década o más.
El Sr. Nakashima dice que le llevará como mínimo otra década de pago de hipoteca antes de poder cambiar de vivienda. Y eso suponiendo que el piso no baje aún más de valor: una posibilidad real, ya que los bajos precios en el centro estan llevando a un nuevo boom de la construcción.

"No podemos vender y mudarnos a otro lado porque no podemos asumir los costes" - dice el Sr. Nakashima mientras cuenta su historia con cuidadosa precisión, párandose a veces para confirmar fechas - "La explosión de la burbuja nos robó la libertad de elegir dónde queremos vivir"

Le enfurece mucho la idea de que la vivienda sea vista como otra inversión. "Las casas deberían ser diferentes de las acciones. Si los precios de la vivienda se mueven demasiado, pueden arruinar tu vida"

El Sr. Nakashima ya se ha resignado a morir en el barrio de Kashiwa. Despues de todo, se esta tranquilo aqui, dice. Tambien hay algo de historia: dicen que unas tumbas situadas cerca de su bloque de pisos contienen las cabezas de unos samurais, que fueron cortadas en una batalla alli hace cinco siglos.

Los economistas dicen que probablemente hay millones de personas como el Sr. Nakashima, intentando vivir sus vidas en casas que estan muy lejos de sus trabajos y por las cuales pagaron mucho más de lo que valían. Según dice Atsushi Nakajima, jefe de economia del grupo financiero Mizuho en Tokio: "Tenemos una generación entera de trabajadores atrapados en los suburbios lejanos. Es triste, pero Japón básicamente se ha olvidado de ellos y sigue adelante. Simplemente no estan ahí"

Atsushi Nakajima dice que él tambien estuvo a punto de "no estar ahí". En 1991 encontró un piso de 100 m2 a dos horas de Tokyo por 600000$. Su mujer le convenció de no comprar. Seis años después, compró un piso más grande en el centro de Tokyo por el mismo precio. "Quizá mi mujer debería ser la economista", dice.

Ahora que por fin Japón se está empezando a recuperar del estallido de la burbuja inmobiliaria de 1991, los economistas dicen que debemos aprender la lección de como terminar (o como no terminar) una larga subida continuada del precio de la vivienda.

Esto es una traducción rápida del articulo que el New york times escribio hace ya tiempo sobre la burbuja de Japón. Podeis encontrar el artículo original aqui:
Take It From Japan: Bubbles Hurt
El articulo original aparece linkado en la pagina housing bubble de la wikipedia. De casualidad volvi a llegar a él buscando informacion la falacia de las hipotecas japoneas a 100 años (que no existen, solo existieron por un periodo muy corto en lo peor de la burbuja). He buscado en el foro y parece que nadie lo habia posteado antes, asi que ahi va.
El titulo alternativo sería: "Pepito: 15 años después"

viernes, 7 de agosto de 2009

Se equivocó la Agencia Internacional de la Energía - Alfredo Jalife-Rahme

Antecedentes:

Hay que tomar con pinzas los hallazgos de la Agencia Internacional de Energía (AIE): creación del etnocida global Henry Kissinger para enfrentar tanto la crisis del petróleo de los 70 como a la OPEP y que conforma el Club de los Ricos (sic) de la OCDE, menos dos (Islandia y, obviamente, el masoquista México neoliberal), donde se congregan los principales consumidores del planeta.

Han pasado 35 años desde su fundación y los viejos ricos no lo son más (básicamente el G-7) debido al tsunami financiero global cuando se ha asentado la teoría correcta sobre el pico de petróleo (de la que Bajo la Lupa fue pionera a contracorriente, desde 1998, frente a la postura entreguista del cordobismo-zedillismo y sus engendros foxiano y calderonista).

Hoy las trasnacionales anglosajonas, el alma mater de la AIE a la que frecuentemente alimentan con su deliberada desinformación, han perdido el control del mercado ante el despliegue más creativo del BRIC (ver Bajo la Lupa, 2.8.09), como consecuencia del incipiente nuevo orden multipolar.

Hechos:

Con más de una década de retraso, la AIE acepta haberse equivocado y adopta la teoría del pico del petróleo. Dudamos que se haya equivocado, sino más bien ocultó la información fehaciente para beneficiar a los países ricos importadores, eminentemente su núcleo anglosajón.

Se desprende nuestro axioma de que la desinformación también mata, ya que puede servir para encubrir los peores designios de invasiones bélicas (v.gr. Irak y Afganistán).

¿Representa la AIE el brazo estadístico en materia energética de la OTAN?

Con el estigma de su pasado siniestro, ahora la AIE se compunge del pico del petróleo que acabó por alcanzarla, por lo que advierte alarmantemente que su abastecimiento se agota de forma rápida y que su reducción catastrófica (¡supersic!) amenaza la recuperación (sic) económica (Steve Connor, The Independent, 3.8.09).

Dejemos a Steve Connor definir el pico del petróleo: el punto de máxima velocidad al extraer petróleo que alcanza un pico debido a limitaciones técnicas y geológicas, cuando comienza la declinación de la producción global.

Kate Mackenzie de The Financial Times (3.8.09), portavoz de la globalización y de las trasnacionales petroleras anglosajonas, ulula en forma calamitosa que la economía global se encuentra en riesgo por el alza del petróleo; no, desde luego, por los manejos criminales de la parasitaria banca de Londres y Wall Street. Mackenzie se basa en forma sinergética en los hallazgos de Fatih Birol, economista en jefe de la AIE: un precio mayor a 70 dólares dañaría la recuperación económica.

¿Van a perder su descabellada apuesta especulativa de derivados financieros (con el dinero de los contribuyentes mexicanos, claro) tanto Carstens como Tomás Lajous Loaeza, hijo del entreguista ex director de Pemex, Adrián Lajous (Calderón y Carstens contribuyen al desplome del petróleo, Bajo la Lupa, 23.11.08)?

Francisco Blanch, estratega en materias primas de Bank of America, considera tolerable un rango entre 70 y 80 dólares, ya que una banda entre 90 y 100 afectaría incluso a China.

La AIE esquiva que gran parte del alza paroxística del petróleo se debió a la orgía especulativa con los derivados financieros del petróleo que empujó el precio a casi 150 dólares, como han informado a destiempo las reguladoras de Estados Unidos (EU) y Gran Bretaña (GB).

A juicio de Birol, los esfuerzo para reducir la especulación de futuros del petróleo constituye “un buen paso, pero no reducirá en forma significativa (sic) los precios cuando la demanda china será más determinante.
Según Birol, el verdadero problema proviene de la baja en inversiones para la producción de petróleo que explaya más extensamente en su entrevista a The Independent: el mundo se encamina a una sequía (¡supersic!) catastrófica (sic) de energía, que pudiera descarrilar la economía global, debido a que la mayoría de los campos petroleros en el mundo han rebasado su producción pico. Esta tesis no es novedosa y ya había sido externada hace mucho por Christophe De Margerie, director de la petrolera francesa Total.

Birol confiesa que la AIE se equivocó (sic) con una década de atraso sobre el pico del petróleo. ¿Cómo puede ser que se equivoquen tanto los expertos de 28 países consumidores, que concentran a los óptimos científicos del planeta, frente a Bajo la Lupa, que escribe en la soledad un despierto aficionado del petróleo (libro agotado: El lado oscuro de la globalización, editorial Cadmo & Europa, 2000)?

El reporte de la AIE es dramático: la primera evaluación detallada (sic) de más de 800 campos petroleros en el mundo, que cubre las tres cuartas partes de las reservas globales, ha alcanzado su pico en la mayoría de los principales campos y la velocidad de declinación en la producción es ahora casi el doble (¡supersic!) del ritmo calculado hace dos años.

Lo que oculta Birol es que EU y GB se beneficiaron con un precio exageradamente bajo del crudo durante casi dos siglos (historial que analizamos en nuestro libro también agotado Los cinco precios del petróleo, editorial Cadmo & Europa, Buenos Aires, 2006).

Por encima de todo, Birol juzga que existe un problema de subinversión crónica en los países productores, una característica que puede resultar en una sequía (¡supersic!) de petróleo en los próximos cinco (sic) años, que pondrá en peligro cualquier esperanza de recuperación de la presente recesión económica global.

Ahora la dupla anglosajona encontró el chivo expiatorio idóneo para explicar la recesión de doble hundimiento(double-dip recession) que se avecina: leve recuperación a finales de este año seguida por una recesión más profunda a finales de 2010 o a inicios de 2011, según Nouriel Roubini, muy cercano a la Reserva Federal y al banco central de Israel (Bloomberg, 3.8.09).

Birol admite que en caso de existir una recuperación en pocos años (sic), ésta será lenta y frágil con el riesgo de que sea estrangulada (sic) por los altos precios del petróleo.

Que pierdan EU y GB no significa que se acabe el mundo y que no ganen otros como Rusia, Irán, las petromonarquías árabes y Venezuela (si EU no la invade antes) que todavía no pertenecen al hoy harapiento Club de los Ricos del binomio OCDE/AIE: conforme la crisis (nota: la energética) empiece su captura después de 2010 (sic), aumentará rápidamente el poder del mercado de los muy pocos (sic) países productores de petróleo que poseen sustanciales (¡supersic!) reservas, principalmente en el Medio Oriente.

Birol aconseja puerilmente dejar el petróleo antes de que nos abandone. Pero, ¿cómo se podría realizar en el corto plazo el brusco giro a la recomendable energía alternativa cuando el sistema económico, financiero y social de la dupla anglosajona se fundamentó en un precio barato, para no decir subsidiado, de los países productores ingenuos e ineptos como el masoquista México neoliberal?

La Jornada: Bajo la Lupa